
El gran perjudicado fue el papado, que dejó definitivamente de ejercer un poder temporal significativo en la política europea.
La Paz de Westfalia supuso el fin de los conflictos militares aparecidos como consecuencia de la Reforma protestante y la Contrarreforma. Desde los tiempos de Martín Lutero, las guerras europeas se desencadenaban tanto por motivos geopolíticos como religiosos. Tras la Paz de Westfalia, la religión dejó de ser esgrimida como casus belli. A pesar de las disposiciones que intentaban una convivencia religiosa, la intransigencia obligó en la práctica a exiliarse a los que no adoptaban la del gobernante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario